jueves, 1 de mayo de 2014

El rol del Orientador en los planteles educativos


La acción orientadora que se desenvuelve en las instituciones escolares, dirigida hacia los alumnos, estudiantes, docentes, padres y representantes, personal directivo, y aquel que se desarrolla en las organizaciones productivas o de servicios, distintos a los de la educación formal, tiene implicaciones que la vinculan directamente con la formación, la capacitación. Por lo tanto, toda acción orientadora supone unos fundamentos pedagógicos que van a condicionar dicha acción. En efecto, la Pedagogía se ocupa de estudiar las condiciones ideales por las cuales deben transcurrir los procesos de formación con el fin de alcanzar las metas previstas.

Objetivos de la Orientación

1. Implicar a los distintos agentes educativos en la acción orientadora. Este objetivo es básico y esencial, si los agentes educativos no desarrollan actitudes favorables hacia esta tarea, difícilmente puede desarrollarse un plan de orientación y acción tutorial en el centro.

2. Propiciar el conocimiento de las características propias del alumnado, asumiendo que cada alumno es único Este objetivo concreta el principio de individualización y de educación integral. Si es importante el conocimiento de cada alumno para aquellos que no presentan especiales dificultades, no lo es menos para los alumnos que presentan necesidades educativas. En estas labores, la colaboración entre profesores y el orientador es de suma importancia.
3. Realizar un seguimiento personalizado del alumnado con un enfoque preventivo que evite, dentro de lo posible, la aparición de disfunciones y desajustes. Orientar al alumno es acompañarlo a lo largo de su escolaridad
4. Adecuar las programaciones, la enseñanza y la evaluación a la diversidad del alumnado. La orientación persigue una respuesta educativa en consonancia con la realidad del alumnado.
5. Potenciar la coordinación de los distintos profesores a un mismo grupo de alumnos o a un alumno en particular, con el fin de unificar criterios y pautas de acción. La orientación del alumnado debe ser tarea compartida por todo el equipo docente, aunque corresponde al orientador junto con el profesor-tutor realizar un seguimiento más individualizado. El orientador coordinará las reuniones entre profesores. Especial importancia tiene la coordinación entre el profesor-tutor y el orientador en el caso de alumnos con necesidades educativas.
6. Implicar a las familias en la educación de los alumnos para unificar criterios y pautas educativas que redunden en una mayor coherencia entre escuela-familia..
7. Coordinar recursos para atender a las necesidades del alumnado buscando la complementariedad de perspectivas de los distintos profesionales que intervengan
En algunos casos la intervención del tutor o del equipo docente será suficiente para dar respuesta a las necesidades de un alumno, pero en otros casos, será precisa la intervención de otros especialistas como el personal del Centro de Recursos de la Educación Especial, los Servicios Sociales de Base, etc.
8. Atender a los alumnos que presenten necesidades educativas especiales buscando la optimización de los recursos y la máxima integración del alumnado.
9. Propiciar un clima de clase adecuado para la convivencia y el trabajo escolar buscando la aceptación de todos los alumnos
10. Favorecer el paso de los alumnos de un ciclo a otro y de una etapa educativa a la siguiente.
11. Mediar en situaciones de conflicto entre el alumnado, o con el profesorado o la familia, buscando siempre una salida airosa al mismo.



Fuente: http://unefmorientacion.blogspot.com/

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